domingo, 8 de julio de 2007

Un Viernes húmedo


Tengo que rectificar algo que dije en el post anterior, dije que iba a ganar 9 dólares “before tax”, es decir 7 dólares. Eso es incorrecto, me informe mejor, esta vez hablando con una chilena de Jardín alto, sí, de La Florida, a quien le rechazaron la working holiday visa y se vino igual y está trabajando en la pizzería. La expresión “before tax” (antes del impuesto) es lo que uno gana neto. Es decir al final voy a ganar el mínimo, pero el mínimo no es tan malo, son 9 dólares 20 centavos la hora. Para que se hagan una idea 1 dólar neozelandés equivale a $380 de nuestra moneda. Así que hagan sus cálculos.
He conocido gente buena, de distintos lados y con distintas historias, aunque aun no socializo con nadie “after work” igual me agradan mis compañeros de trabajo. Como esta niña, para variar no me acuerdo del nombre, la que se vino de Chile sin visa de trabajo, porque a Nueva Zelanda no se necesita visa de turista para entrar, sólo necesitas tu pasaporte y listo. Y se vino sin hablar una palabra de inglés. Lo más divertido es que lleno la aplicación para el número IRD (para declaración de impuestos) donde sólo necesitas una fotocopia de tu pasaporte, y se lo dieron. Con ese número puede trabajar en teoría porque igual necesita un permiso de trabajo o visa de trabajo, pero a ciertos empleadores les da igual.
El viernes me tocó un día pesado, me citaron a las 12:00 del día y me tocó atender un almuerzo para 50 personas, ese día conocí a Susana, una chica de República Checa, también súper simpática, pero un poco sensible (el jefe la hizo llorar).
El almuerzo fue en el Bistro, recuerdan que les comente que al lado de la pizzería hay otro restaurante del mismo dueño, ahí se realizó la comida y todo marchó sin mayor novedad. Lo que si puedo contarles es que en ambos locales hay un caos y un desorden; no hay suficientes vasos, no están bien surtidos en bebidas y si se acaba algo en la pizzería hay que correr a buscarlo al otro lado. A veces sacan platos en la cocina de la pizzería que son para el Bistro, no hay suficientes menús de postres; tienen sólo 2. La cocina es enanísima, por lo que siempre está desordenada, aunque tuve la oportunidad de probar la comida y está bastante buena les diré, lo otro que me comentaron es que se demoran en pagar el sueldo, cosa que no me gusto y que incrementa más aún mis ganas de encontrar otro trabajo pronto. Trabajar para italianos, lo peor, debo encontrarme un empleador kiwi, que son ordenados y formales. Y con respecto a los kiwis, al atenderlos en la pizzería, súper bien, son extremadamente amables, siempre dan las gracias, si cometes un error se muestran comprensivos, tienen buen sentido del humor, súper, súper bien. Lo malo es que casi no dejan propinas, pero es porque tienen otro sistema de pago; cuando terminan de comer, se levantan y pagan en caja, lo que no da la oportunidad de dejar propina. Algunos, la minoría, piden la cuenta a la mesa y ahí a veces dejan algo. De todas maneras en la caja hay un platito para propinas, pero casi siempre está vacío o con muy poquito.
Continuando con el relato del día viernes, después que terminó el almuerzo para las 50 personas, que fue como a las 3:30, me dejaron ir pero me pidieron que volviera a las 6:00. A esas alturas ya se me reventaba la hiel de hambre. Fui a buscar mis cosas a la pizzería y allí mis compañeros me ofrecieron algo de comer: fetuccini a la carbonara, almorcé y cuando fui a recoger mi paraguas no estaba, pregunte y me dijeron que la chef se lo había llevado. La chef me cagó con el paraguas. En el momento que todo esto acontecía ya eran como las 4:15 de la tarde, así que decidí dar un paseo por Newmarket, así se llama el área donde esta ubicado el restaurant, para hacer la hora hasta las 6:00. Por suerte había dejado de llover, así que recorrí tiendas y más tiendas, aproveche de vitrinear, descanse en un mini mall cercano, sentada en un sillón cómodo y volví a la pizzería, trabaje hasta las 9:45 de la noche, cuando salí estaba lloviendo a cantaros y yo con mi parca blanca everlast que se moja hasta porque la miran. Me acorde de la chef huiña y pensaba, por qué cresta se llevo mi paraguas. Corrí al paradero del “Link”, por suerte queda cerca, donde espere como 3 minutos y pasó el bus. En el recorrido de vuelta, el bus me deja como a diez minutos a pie del departamento, sin embargo hay una cuadra entera que esta techada, la ciudad tiene muchas veredas techadas porque llueve mucho. Así que inicie mi vuelta a casa, de repente, paf, se acabo el área techada y a correr se ha dicho, llegue a una esquina con techito, bien, observó los alrededores y mis ojos se posan en dos palabras: “Liquor Store”, mmmm, pensé “Liquor Store”. No, me dije a mi misma, todas estas peripecias merecen celebrar, entré a la tienda de licores, no botillería, que se creen, tienda de licores mierda y busque al tiro lo que ya sabía que quería: una botella de Tui, east india pale ale. Una cerveza deliciosa, al final compre dos botellas de Tui y reanude mi camino.
En Nueva Zelanda a eso de las 9:00 de la noche ya no anda nadie en las calles, está todo vacio, equivale como a las 11:00 o 12:00 de Santiago en un día de semana. De nuevo, comenzó la carrera, corrí una cuadra entera hasta que empezó la subida, la calle se vuelve cuesta arriba, por suerte la lluvia disminuyó un poco y otra vez me acorde de la chef, pucha que me embarró está guatona, la chef es algo rellenita. No pude evitar una sonrisa y continué, una cuadra, dos cuadras, tercera cuadra y ya voy llegando a mi calle, Hobson Street. Presiono el botón del semáforo y se larga a llover como si en vez de la luz verde, hubiese presionado la vejiga de la nube, retrocedo y me escondo en un techo de una puerta. Espero por la luz, de repente veo que no vienen autos, y cruzó corriendo, salpicando charcos de agua, la cartera empapada, las cervezas aferradas y se pone a llover con furia, tanta agua cae, que no puedo abrir los ojos. Pucha y yo que pensaba que cuando en las películas ponían esa súper lluvia como si hubiesen abierto una manguera era una exageración, craso error, si existe ese tipo de lluvia. Encuentro otro techo, me limpio los ojos, igual como cuando uno saca la cabeza debajo del agua, así mismo, y vuelvo a correr, 15 pasos y otro techo. Me detengo y saco las llaves – tarjeta (tarjeta para abrir puertas exteriores y activar elevadores, llaves para el departamento), entro, 50 metros más de estacionamiento y entro en el edificio, otra vez el agua me nubla la vista, entro al fin y me limpio los ojos, me paso varias veces los dedos porque tenía rímel y no quería parecer Marilyn Manson. Dos pisos más y llego a la meta. Subo por las escaleras, me topo con un musulmán en el pasillo, me mira y se ríe: “you’re so wet” (Estás super mojada), le sonrío y continúo, está vez por el pasillo exterior, pero techado, llego al 228, toc toc. Dos segundos y la puerta se abre, veo la cara del Gus que me mira extrañado, ¿Y tu paraguas?, y yo le respondo, se lo robo la chef.

3 comentarios:

Victor dijo...

Isa, dejame decirtre que la espera valio la pena. Te demoaraste un monton en agregar noticias nuevas a tu blog, pero al menos ahora esta llenito de tus peripecias. Que manera de reirme con tu historia del paraguas, espero que pongas el desenlace pronto (el cara a cara entre la chef huiña y la mesera)

Te felicito por lo de tu trabajo, yo tambien empece asi, no dejes de buscar otras opciones para que puedas trabajar en algo que te agrade mas.

Una pequeña critica constructiva a tu ultimo post (con la que creo voy a tener cierto respaldo de las otras personas que pongan sus comentarios) Estan bien bonitas las fotos del zoologico, pero no tienen absolutamente nada que ver que lo que posteaste. Ni siquiera pusiste un "ahh y con el Gus fuimos a conocer un poco de la fauna kiwi" o algo asi que explique un poquito mas.

Te cuento que aca en Texas ha llovido un monton tambien, todos dicen que no caia tanta agua desde 1930 o algo asi. Imaginate lo raro que es que aca caigan los patos asados y al mismo tiempo tengamos diluvio con rayos y centellas.


Comentario totalmente aparte; si quieres que se haga menos pesado lo de postear en tu blog, puedes dejarlo como algo semanal y no diario, asi solo dejas un dia para contar las novedades.


Saludos

Anónimo dijo...

Hola Yuli,
acabo de terminar de leerle el tus peripecias a mis papás...te mandan muchos saludos.
Espero que la chef guiña te devuelva el paraguas, porque asi como describes la lluvia llegará el momento en que no tengas ropa que ponerte....ojo con eso.
Me alegro por lo del trabajo, cualquier experiencia es buena para crecer y conocer, además en un restaurant tienes la posibilidad de conocer harta gente que en otra circunstancia puede ser de utilidad.
Las fotos las encuentro preciosas, aunque concuerdo que están fuera de contexto....ni si quiera un comentario...jajaja.....pero estan lindas...
Te envío muchos besos y espero que encuentres el trabajo extra que quieres, y que Gustavo se ponga las pilas....
Andrés

Anónimo dijo...

Prima me alegro mucho que hayas encontrado trabajo. Lo que si vas a tener que tener cuidadop con tus cosas, porque si algo que sigue igual q en chilito es lo guiña jajaja por la chef. Ojala te salga otro trabajo luego para que no te exploten tanto y que el gus tb encuentre uno. Un Beso grande y sigue disfrutando de la vida...tu prima y pulguiss