sábado, 24 de noviembre de 2007

Wellington y Picton: del 20 al 24 de Noviembre

Llegamos a Wellington a eso de las 8:20 de la noche, con hambre y con ganas de descansar. Al salir a recorrer la ciudad descubrimos que todo estaba cerrado y las calles absolutamente desiertas, al igual que los pueblos, la capital neocelandeza se destaca por una tranquilidad casi neurótica. Nada, absolutamente nada se ve o se escucha, nada aparte del anónimo caminante nocturno, ni un perro, porque acá no hay perros callejeros, nada, sólo el silencio y las sombras de colores de los semáforos sobre el asfalto.
Tuvimos que comprarnos unos panes desabridos y caros en la estación de servicio, una shell express market, igual que en Chile sólo que atendida por kiwis. Al día siguiente, es decir, el 21, nos dedicamos a recorrer la ciudad, mucho más bonita que Auckland para mi gusto. También arreglamos los tickets para tomar el ferry que nos llevaría a la tan ansiada y esperada isla sur, afortunadamente el terminal se encontraba en frente de nuestro hospedaje, ya que debíamos levantarnos a las 6 de la mañana para estar en el terminal a las 7 y empezar a navegar a las 8. Yo estaba toda emocionada porque iba a andar en un barco y el Gustavo se burlaba ya que él se las daba de experto porque tomó un cruzero cuando era niño junto a mi mamá. Pero bueno, llegamos allá a la hora acordada, primero subieron al barco una cantidad de camiones con aclopado, impresionante. Después abordamos los peatones, primero eso sí, tuvimos que hacer un check in igual que en el aeropuerto, ellos toman tu equipaje y lo guardan. El viaje duraba 3 horas y media, que disfrute mucho; saqué hartas fotos, me deleite con la vista, vi una película de disney que me hizo llorar y me tome un jugo en la cafetería.

Este es el ferry, acá se ve la entrada para los vehículos
Llegamos a Picton, Isla Sur, a las 11:35 de la mañana del 22 de noviembre, por primera vez en todo el viaje yo no había hecho reservaciones en ningún lugar sólo porque la estadía en Wellington había sido muy corta y la verdad, no teniamos claro si quedarnos unos días en Picton o irnos directo a Nelson, así que después que el bus gratis dispuesto por el ferry nos dejara en el centro de información, me conecte a internet a ver si habían asientos en el bus a Nelson y cómo no encontre disponibilidad decidimos quedarnos dos noches, preguntamos por "budget motel accommodation" y nos dieron unos folletos, acá el turismo esta muy bien organizado, en todos los pueblos y ciudades grandes hay centros de información que prestán gran cantidad de servicios sin cobrar nada a cambio. A nosotros nos han sido de estrema utilidad, porque gracias a la información que nos han dado hemos podido ir planificando el viaje a nuestro antojo. Así que comencé a llamar y a la primera encontramos alojamiento por un precio razonable y a 5 minutos caminando desde el centro de información.
Vista desde el ferry, a este lugar lo llaman el Estrecho Cook
Wellington visto desde el ferry
El Gus tomandose una merecida corona
En el barco
Picton
Después de llegar empezamos inmediatamente con nuestras caminatas y por primera vez me bañe en una playa de Nueva Zelanda porque hacía mucho calor ese día, de hecho ha hecho mucho calor desde entonces, cuando llegamos a Picton hacían 26 grados pero el sol pega mucho más fuerte que en Chile y todos los días se han sentido igual, lo que nos tiene un poco confundidos a mi y al Gus ya que se suponía que la Isla Sur era más fría. La primera caminata fue una ruta costera muy agradable, donde nos encontrabamos ocasionalmente con alguna persona trotando junto a su perro. Se siente bien mirar alrededor y darse cuenta que andamos metidos en medio de la nada y esa sensación de libertad y soledad es extremadamente placentera.
El viernes 23 hicimos una excursión de varias horas, nos fuimos en la mañana, compramos provisiones; agua, sandwiches y dos plátanos y nos fuimos a caminar, esta vez teníamos que cruzar un cerro para llegar a unas rutas que conducían a dos represas distintas. Así lo hicimos, la primera ruta fue un poco cansadora pero valió la pena cien por ciento, el camino zigzageaba el cerro hasta subir a un mirador, después una bajada empinada perfecta para delinear las piernas. Llegamos a una explanada solitaria con algunas casitas, fieles a nuestro mapa, continuamos hasta encontrar la señal que indicaba el comienzo del próximo camino, por ahí, en medio de la nada, encontramos unas mesitas de camping donde almorzamos a eso de la 1:25 pm, por suerte nos habíamos comprado un Sub (para quienes no sepan el Sub es un pan grande y suculento), así que el almuerzo estubo bastante bueno. Continuando con nuestra travesía llegamos a la primera bifurcación de caminos y comenzamos con la caminata más larga 45 minutos sólo de ida y hasta el momento mi favorita de todo el viaje, el camino era estrecho, seguía un arrollo, a veces se enanchaba, a veces se confundía, habían puentes entremedio, positas de gua, sonido de tuis y de agua en movimiento y finalmente llegaba a una represa pequeña pero solitaria y casi abandonada, donde estuvimos como 15 minutos y no vimos ni un alma, es la primera vez que hago turismo y estoy tan sola, tan alejada y me siento tan bien, era como haber descubierto un pequeño secreto, el lugar era hermoso, casi mágico.
Durante la caminata hacia los embalses
Picton
En el embalse que más me gusto
Vista desde el embalse
Esta pequeña cueva era parte del recorrido
El embalse

martes, 20 de noviembre de 2007

Taupo, del 14 al 20 de Noviembre

En Taupo los paisajes comienzan a cambiar, acá la principal atracción es el lago. Vean las fotos, las anécdotas se guardan para el regreso.
Nuestro próximo destino es la capital de Nueva Zelanda: Wellington, desde donde tomaremos el ferry hacia la Isla Sur.
En los Jardines Botánicos
Más de los Jardines Botánicos
Caminata a una represa
Más Jardines Botánicos
La belleza de las flores queda en evidencia
Gus y yo
Acá estoy en un lugar llamado "Craters of the Moon"
"Huka Falls" o Salto de Huka
Waikato River
Taupo Lake
Más de "Craters of the Moon"
"Craters of the Moon" son yacimientos termales que brotan naturalmente a la superficie.

jueves, 15 de noviembre de 2007

Tauranga: Bay of Islands, 11 al 14 de Noviembre

Tauranga es la ciudad que registra más crecimiento en cuanto a población y empleo de NZ. Es bastante pequeña, limpia y tranquila. A pesar de ser agradable no ha sido uno de mis favoritos, había escuchado grandes comentarios acerca de este lugar, tal vez por eso no lleno mis expectativas, sin embargo, el alojamiento acá ha sido lejos el mejor. Eso sí, me quedo con la hospitalidad de los pueblos.

Vista al océano desde el Monte Manganui
Caminata a la cima del Monte Manganui
Ya en la cima
Centro de Tauranga
Gus durante la caminata del Monte Manganui
Más caminata
Más del océano pacífico en nuestra caminata alrededor del Monte Manganui

Para los que se pregunten por el Monte Manganui, es un cerro mediano en uno de los extremos de Tauranga, lo mejor de la ciudad para mi gusto.

Whitianga: Mercury Bay, 7 al 11 de Noviembre

Las imágenes hablan por sí solas, nuestro segundo destino escogido fue un lugar escondido entremedio de cerros y colinas, el pueblito de Whitianga en la península de Coromandel en NZ. Tan solo con 5000 habitantes, este lugar es un paraíso de paz y tranquilidad y su gente es amable y amistosa. Aquí también pudimos experimentar la hospitalidad de los locales, ya que después de tomar un paseo en lancha, el conductor nos invito a conocer un "nuevo complejo turístico" que aun no abrían al publico. Aceptamos, no sin antes tirarlo a la talla con el Gus imaginándonos que llegabamos allá y al final todo era una entrada ilegal al lugar y despues nos llevaban presos. Resulto ser todo legal y muy agradable, el complejo era termal y muy bello, yo me bañe en una piscina termal mientras el Gus hacía vida social.
También tuvimos la oportunidad de realizar más caminatas y ver lugares escondidos a los ojos de la mayoría que andan en auto.
En conclusión, todo muy muy bien.

Vista a Cathedral Cove, un playa escondida donde se filmó la segunda parte de las Crónicas de Narnia: El Príncipe Caspian Esta playita se llama Lonely Bay y sólo se puede acceder caminando
Shakespeare Cliff

En nuestro paseo en lancha

Cathedral Cove



viernes, 9 de noviembre de 2007

PAIHIA; BAY OF ISLANDS 1 AL 6 DE NOVIEMBRE

Juntos en Paihia
La playa del pueblo de Paihia

Nuestro paseo en Ferry
The hole in the rock

Una isla de Bay of Islands
El color del agua aqui era hermoso

Caminata de los 15 km, el regreso
La naturaleza local

Russell
Russell
Sand board de regreso de Cape Reinga


El faro en Cape Reinga

Aquí van algunas fotitos de nuestra estadía en Paihia, un pueblito al norte de Auckland. El lugar era precioso y a pesar de ser muy tranquilo, no faltaron las actividades. El primer día fuimos a caminar y terminamos siguiendo un camino que nos hizo recorrer 8 kilómetros ida y vuelta, más el regreso al pueblo anduvimos como 12 kilómetros a pie, así que felices. El segundo día nos fuimos en un ferry, salimos a las 10:30 y estuvimos recorriendo las islas hasta las 4:30 de la tarde, hacía un bonito día y los paisajes hablan por si solos (vean las fotos). El día tres tomamos otro ferry, esta vez uno pequeñito que nos cruzaba a la isla del frente; Russell, allí caminamos harto también, pero lamentablemente la ruta que queríamos seguir estaba cerrada por derrumbes, lo bueno es que todos los caminos creados para "Hiking" (caminatas de cerro o en medio de la naturaleza) están perfectamente señalizados, e incluyen las distancias y las horas de los recorridos. El cuarto día hicimos una caminata de 15 kilómetros, tomamos una ruta costera hasta el pueblo vecino; Opua, después de almorzar un sandwich y una manzana emprendimos el recorrido por entremedio de los cerros, precioso, las plantas y los árboles se parecen algo a los de Chile, lo distinto, es que todo absolutamente todo es verde, incluyendo la costa, incluso las playas tienen poca arena y son casi puro pasto. El agua es templada, así que en verano debe ser tibiesita y la gente de pueblo es más amable y más cariñosa. Nuestro alojamiento fue un motel llamado Austria, acá el concepto de motel es completamente diferente al que tenemos en Chile, acá el motel es un alojamiento alternativo al hotel, más barato y con la diferencia que incluye cocina. Todo bien con el lugar, nada que ver con ese primer alojamiento que experimentamos cuando fuimos a Rotorua, ya que si bien los hosteles o backpackers son más baratos, el dinero que gastamos comiendo afuera (desayunando, almorzando y cenando) supera a lo que gastamos arrendando una pieza en un motel y cocinandonos nuestras propias comidas, así que mejor así, más cómodo y más adecuado al bolsillo. El quinto día tomamos un tour a Cape reinga, que es el extremo norte de Nueva Zelanda, allí, en un brazo estrecho de tierra, se unen los océanos pacífico y atlántico, también hay un faro y una señal que indica las direcciones de las ciudades más populares del globo. Cuando regresamos el bus se devuelve por una playa llamada "la playa de las 90 millas", aunque sólo mide 62, el bus se mete por un rio y después se va por la playa, un segmento interminable de arena y mar, maravilloso. Ustedes se preguntaran cómo el bus se mete a la playa sin hundirse, lo que ocurre es que todo el tiempo permanece en arena mojada, nunca en terreno blando, y todos saben que la arena mojada es dura y firme, así que sigue esa ruta y sale al camino después de una hora de océano interminable. Nosotros estabamos fascinados.