domingo, 22 de julio de 2007

Welcome to Duxton Hotel


Hola, cómo están todos por allá. Acá yo estoy muy feliz porque finalmente encontré el trabajo que andaba buscando.
Todo comenzó el viernes 13 de julio, cuando termine mi jornada en la pizzería y la esposa de Archie me dijo que tenía el lunes libre y que ella me llamaría para decirme a qué hora me necesitaría el martes. Hasta ahí todo marchaba bien, el lunes no recibí ni una llamada, el martes llame yo y hable con Archie, quien me dijo le daría mi recado a su señora. El miércoles yo sabía que la llamada nunca llegaría y que debía ir a cobrar mi cheque y dejar por fin esa pizzería de mala muerte. Sin embargo, como esos días no trabaje, aproveché el tiempo y repartí currículums en hoteles y comercio cercano al departamento.
El miércoles acudí en la tarde a hablar con Pike, así se llama la susodicha, para decirle que como era obvio que no iba a necesitar más mis servicios me pagara lo que me debía. La mujer fue muy poco amable, al principio me dijo “Sí, mañana no te necesito, el viernes tal vez podría necesitarte, el sábado tal vez podría necesitarte pero no sé”, inmediatamente yo le aclare que no estaba interesada en trabajar más en ese lugar porque yo necesitaba algo seguro de lunes a viernes. Con cara de pocos amigos, me dijo que esperara por mi cheque, me tuvo esperando como 1 hora y media. Era la hora donde no había ni un solo cliente y ella no estaba haciendo nada importante, fue por el hecho de hacerme esperar y ser irrespetuosa porque simplemente le daba lo mismo mi presencia. Cuando me hizo el cheque, me pagó sólo la primera semana de trabajo, “el otro cheque te lo doy la otra semana”. Ese día fue malo, me sentía estafada e insignificante. Mientras esperaba había estado hablando con Zuska, la checa que trabaja en el restaurant de al lado y ella me dijo que preguntara por trabajo en un restaurant vecino, lo hice y me citaron al otro día para un turno de prueba. El jueves asistí al turno de prueba, trabaje tres horas y los dueños, dos jóvenes como de 24 años me dijeron que volviera al otro día está vez a trabajar. Bien, ya tenía trabajo otra vez pero aun estaba intranquila porque nuevamente iba a trabajar para europeos y no para kiwis, que es lo que yo deseaba. Aun en el restaurant, estaba esperando que el chef me preparara unos fetuccini con pollo cuando sonó mi celular, me llamaban del hotel Duxton sobre un puesto de house keeping (limpieza), donde justo el día anterior había dejado un curriculum, tenía que presentarme el viernes a las diez de la mañana para una entrevista. Se pueden imaginar cómo me puse de contenta.
El hotel Duxton es una cadena internacional de Oceanía, 5 estrellas y un sistema diferente de administración. Acá en Auckland el hotel está ubicado en el centro, a sólo tres cuadras de donde vivo. El día fijado, acudí a la entrevista, pregunte por Paula, que era la persona con quien había hablado por teléfono. En eso llega Paula acompañada por un hombre de terno, me saludaron de mano, todo muy formal y me hicieron tomar asiento en el restaurant del hotel. No pasaron ni 5 minutos de entrevista, el hombre le hechó un vistazo a mi curriculum cuando le dijo a Paula: “Quiero a esta señorita en mi departamento” y me miro a mi y me dijo “Eres una persona con educación, no quiero que andes limpiando cuartos”. Resulta que estaba hablando con el manager del hotel en persona, un tipo educado, amable, acogedor, qué más puedo decir, después del mal rato en la pizzería era como pasar del infierno al cielo en un día. “Mira, me dijo me gustaría que tú fueras nuestra portera/recepcionista, tienes una linda sonrisa, una excelente presentación personal, tienes educación, es justo lo que quiero que los clientes vean cuando llegan por primera vez a nuestro hotel, principalmente estarás en la puerta saludando, dando la bienvenida y cuando la recepción este muy ocupada irás y atenderás también a los clientes. Pero no te preocupes, esto no tiene nada del otro mundo, no necesitas saber mucho para hacerlo, además tú eres una mujer inteligente, estas perfectamente capacitada y tómatelo con calma, te vamos a entrenar, pero también vas a aprender por experiencia porque yo soy partidario del aprendizaje por experiencia, así que sin miedo, sin nervios, quiero que no tengas miedo de tirarte a la piscina, quiero que hables con los huéspedes, que te sientas en confianza, los primeros días te vas a dedicar más que nada a conocer el hotel a observar, a conocer al resto de los miembros del equipo. Las primeras dos semanas vas a trabajar part time pero eventualmente hay puestos full time que es lo que tú quieres. Ahora, como las dos primeras semanas vas a trabajar part time, puedes también hacer horas de house keeping sólo si lo deseas y lo necesitas. El sueldo es 12 o 14 dólares la hora, no recuerdo bien, pero eso lo veremos el lunes cuando firmes el contrato porque acá en Nueva Zelanda no existen los períodos de prueba, tenemos leyes muy exigentes que protegen a los empleados, acá te hacemos contrato si o si, ahora si después de un tiempo tú sientes que este no es tu tipo de trabajo, acércate a conversar conmigo y no habrá ningún problema en que te vayas. Además no es necesario que firmes el contrato altiro, puedes llevártelo a tu casa, leerlo con calma y traerlo después, porque los contratos de Nueva Zelanda parecen libros. Tienes alguna duda o pregunta… no, entonces bienvenida al equipo”, y me da la mano. Pucha, yo no podía creer lo que acababa de pasar, ósea, venía por una entrevista de house keeping y ahora era “parte del equipo”. No me podía borrar la sonrisa de la cara, este trabajo significa seguridad, estabilidad, mi sueldo depositado puntualmente. Además me permite ver la diferencia entre un lugar y otro “acá en Nueva Zelanda no existen los períodos a prueba” y yo ya había hecho dos, uno para la pizzería y otro para el segundo restaurante, al cual a propósito fui inmediatamente después de terminar la entrevista, para avisar que no iba a trabajar con ellos.
Voy a necesitar todas sus energías positivas y buenas vibras a través de la distancia, aunque creo que me voy a desempeñar muy bien en mi nuevo cargo, estoy un poquito nerviosa, porque este es mi primer trabajo real fuera de Chile.

domingo, 15 de julio de 2007

Noche en la Ciudad

Ellas trabajan conmigo en la pizzería y en el Bistro, lamentablemente les tocó trabajar la noche del carrete. La chica de la izquierda es Zuska de República Checa y la de la derecha es Florencia, ella es de Argentina.
La chica del vestido azul es la celebrada, ella es Natalia, en compañía de una amiga a quien no conozco.
Esta niña de acá es chilena, es Susana, ella es la que vive en Jardín Alto
Este es el Bistro, el hombre que se ve detrás de la barra es Archie.

Mi primera noche de juerga. Una de las chicas de la pizzería; Natalia, se va a Francia luego de trabajar 3 años en este lugar, ella es Kiwi así que ha vivido toda su vida en NZ, Natalia celebró su despedida en el Bistro, el otro restaurant de Archie que está al lado de la pizzería. Fue una velada tranquila donde, eso sí, tuve la oportunidad de probar el delicioso vino neozelandes, yo no sé si las niñas me dieron el más rico o que, porque de repente voy saboreando y me encuentro con una sinfonía de frutas intensas, que tuve que beber varias veces de la copa para convencerme que ese elixir era real. Después probe un blanco y también, super frutal y aromático. Mi primera impresión de los vinos kiwis, un 7.
Como decía anteriormente, la velada fue tranquila, me fui como a las 12:15, porque acá los carretes durán hasta temprano. Pero igual me reí harto y converse mucho an ambos idiomas; inglés y español.
Otra cosa, el Gus está bien, no les voy a adelantar nada, para que él les cuente las noticias.
Saludos a todos por allá.

Fotos del Western Park










Hola, quería contarles que todo está bien por acá. Estoy trabajando más horas en la pizzería, lo suficiente para poder pagar mi parte del arriendo. Al Gus le ha costado un poquito más, así que mándenle hartas energías positivas para que encuentre algo pronto.
Con respecto al paraguas, no se preocupen, lo recupere, la chef me hizo una rica ensalada de pollo y todo bien.
También estoy pensando en tomar un curso de bar que dura dos semanas, es una capacitación para el bar, para hacer café y sobre vinos neozelandeses ¿Qué les parece?
Aquí van unas fotitos del Western Park, uno de los tantos parques que se encuentran en Auckland. Fueron tomadas el fin de semana pasado; aprovechamos el lindo día (había parado de llover).

lunes, 9 de julio de 2007

Comentario

Sobre las fotos del zoo, lamento haberlas puesto sin una explicación pero era el único material gráfico con que contaba hasta ese momento.

domingo, 8 de julio de 2007

El trabajo de aprender

Fotos del zoo
El rey de la selva, flamante


Las novedades son las siguientes: estoy trabajando como garzona en un restaurante de comida italiana; Archie’s Pizzería. Archie es el dueño, un italiano cincuentón y explotador. Mi primer trabajo en Auckland es todo un desafío, estoy haciendo algo que demanda mucho esfuerzo; poner mesas, limpiar, llevar platos, recoger mesas, todo bajo presión, por el salario mínimo, es decir el trabajo apenas alcanza para pagar la renta, sin embargo el horario me deja casi todo el día libre (trabajo de 18:00 hrs hasta las 22:00 o 23:00 hrs) y los fines de semana para buscar otro empleo. Además, este trabajo me permite ganar experiencia sobre la rutina en un restaurante.
Les cuento un poco como llegue a este lugar; recuerdan el chileno del cual les comente en un post anterior, él me dio el dato esa vez, a pesar que él nunca trabajó en la pizzería, sabía que el italiano contrataba chilenos, argentinos y brasileños que tenían la Working Holiday Visa. Así que fui el martes para allá, no había ido antes porque no había parado de llover, hable con Archie (mi actual jefe) y él me dice: “ok, puedes comenzar esta tarde”. Yo le dije que bueno, así que después de eso, eran como las 3:30 de la tarde, me fui a comprar pantalones negros, necesarios para el trabajo, tome el bus, porque tengo que tomar bus para ir y volver de la pega, llegue al departamento a las 4:30, le hice una basta estilo Isabel Jorquera al pantalón, es decir un hilvanado ultra rápido, gigante por dentro e imperceptible por fuera, no muy prolijo pero los pantalones se ven impecables. Era la primera vez que hacía una basta en mi vida. Termine a las 5:05, mientras me comía unos panes con mermelada de damasco, Salí corriendo a las 5:20 de la tarde porque tengo que caminar diez minutos al paradero del “Link”, así se llama mi bus, corrí casi tres cuadras cuando vi que el bus venía y lo alcance a tomar. Llegue a las 6:00 de la tarde “sharp”, ósea en punto. Ese día era mí día de prueba, junto conmigo, llegó Antonella, una brasileña súper simpática y amable, ella también empezaba su turno, la diferencia es que ella lleva 2 meses y medio trabajando allí. Ella me dio instrucciones y fue muy comprensiva. Al final del turno el italiano explotador se acerca y me dice “crees que te la puedes”, yo le respondo que sí. Le pregunte cuanto pagaba: “ah, se paga dependiendo del esfuerzo”, mentiroso, yo ya les había preguntado a las niñas y ellas me habían dicho que pagaba 9 dólares la hora “before tax”, es decir, al final voy a ganar 7 dólares la hora. Muy poco. Pero yo ya lo sabía.
Al lado de la pizzería hay otro restaurante, “Bistro”, también le pertenece al italiano, allí trabaja una argentina re chora llamada Florencia, ella me dijo “Che, este italiano de mierda te paga una cagada, tenes que buscarte otro trabajo”. Todos tienen más de un empleo acá; esta chica argentina, Antonella y con casi todos los que converso, así que el misterio es ¿cuál ira a ser mi próximo trabajo?

Un Viernes húmedo


Tengo que rectificar algo que dije en el post anterior, dije que iba a ganar 9 dólares “before tax”, es decir 7 dólares. Eso es incorrecto, me informe mejor, esta vez hablando con una chilena de Jardín alto, sí, de La Florida, a quien le rechazaron la working holiday visa y se vino igual y está trabajando en la pizzería. La expresión “before tax” (antes del impuesto) es lo que uno gana neto. Es decir al final voy a ganar el mínimo, pero el mínimo no es tan malo, son 9 dólares 20 centavos la hora. Para que se hagan una idea 1 dólar neozelandés equivale a $380 de nuestra moneda. Así que hagan sus cálculos.
He conocido gente buena, de distintos lados y con distintas historias, aunque aun no socializo con nadie “after work” igual me agradan mis compañeros de trabajo. Como esta niña, para variar no me acuerdo del nombre, la que se vino de Chile sin visa de trabajo, porque a Nueva Zelanda no se necesita visa de turista para entrar, sólo necesitas tu pasaporte y listo. Y se vino sin hablar una palabra de inglés. Lo más divertido es que lleno la aplicación para el número IRD (para declaración de impuestos) donde sólo necesitas una fotocopia de tu pasaporte, y se lo dieron. Con ese número puede trabajar en teoría porque igual necesita un permiso de trabajo o visa de trabajo, pero a ciertos empleadores les da igual.
El viernes me tocó un día pesado, me citaron a las 12:00 del día y me tocó atender un almuerzo para 50 personas, ese día conocí a Susana, una chica de República Checa, también súper simpática, pero un poco sensible (el jefe la hizo llorar).
El almuerzo fue en el Bistro, recuerdan que les comente que al lado de la pizzería hay otro restaurante del mismo dueño, ahí se realizó la comida y todo marchó sin mayor novedad. Lo que si puedo contarles es que en ambos locales hay un caos y un desorden; no hay suficientes vasos, no están bien surtidos en bebidas y si se acaba algo en la pizzería hay que correr a buscarlo al otro lado. A veces sacan platos en la cocina de la pizzería que son para el Bistro, no hay suficientes menús de postres; tienen sólo 2. La cocina es enanísima, por lo que siempre está desordenada, aunque tuve la oportunidad de probar la comida y está bastante buena les diré, lo otro que me comentaron es que se demoran en pagar el sueldo, cosa que no me gusto y que incrementa más aún mis ganas de encontrar otro trabajo pronto. Trabajar para italianos, lo peor, debo encontrarme un empleador kiwi, que son ordenados y formales. Y con respecto a los kiwis, al atenderlos en la pizzería, súper bien, son extremadamente amables, siempre dan las gracias, si cometes un error se muestran comprensivos, tienen buen sentido del humor, súper, súper bien. Lo malo es que casi no dejan propinas, pero es porque tienen otro sistema de pago; cuando terminan de comer, se levantan y pagan en caja, lo que no da la oportunidad de dejar propina. Algunos, la minoría, piden la cuenta a la mesa y ahí a veces dejan algo. De todas maneras en la caja hay un platito para propinas, pero casi siempre está vacío o con muy poquito.
Continuando con el relato del día viernes, después que terminó el almuerzo para las 50 personas, que fue como a las 3:30, me dejaron ir pero me pidieron que volviera a las 6:00. A esas alturas ya se me reventaba la hiel de hambre. Fui a buscar mis cosas a la pizzería y allí mis compañeros me ofrecieron algo de comer: fetuccini a la carbonara, almorcé y cuando fui a recoger mi paraguas no estaba, pregunte y me dijeron que la chef se lo había llevado. La chef me cagó con el paraguas. En el momento que todo esto acontecía ya eran como las 4:15 de la tarde, así que decidí dar un paseo por Newmarket, así se llama el área donde esta ubicado el restaurant, para hacer la hora hasta las 6:00. Por suerte había dejado de llover, así que recorrí tiendas y más tiendas, aproveche de vitrinear, descanse en un mini mall cercano, sentada en un sillón cómodo y volví a la pizzería, trabaje hasta las 9:45 de la noche, cuando salí estaba lloviendo a cantaros y yo con mi parca blanca everlast que se moja hasta porque la miran. Me acorde de la chef huiña y pensaba, por qué cresta se llevo mi paraguas. Corrí al paradero del “Link”, por suerte queda cerca, donde espere como 3 minutos y pasó el bus. En el recorrido de vuelta, el bus me deja como a diez minutos a pie del departamento, sin embargo hay una cuadra entera que esta techada, la ciudad tiene muchas veredas techadas porque llueve mucho. Así que inicie mi vuelta a casa, de repente, paf, se acabo el área techada y a correr se ha dicho, llegue a una esquina con techito, bien, observó los alrededores y mis ojos se posan en dos palabras: “Liquor Store”, mmmm, pensé “Liquor Store”. No, me dije a mi misma, todas estas peripecias merecen celebrar, entré a la tienda de licores, no botillería, que se creen, tienda de licores mierda y busque al tiro lo que ya sabía que quería: una botella de Tui, east india pale ale. Una cerveza deliciosa, al final compre dos botellas de Tui y reanude mi camino.
En Nueva Zelanda a eso de las 9:00 de la noche ya no anda nadie en las calles, está todo vacio, equivale como a las 11:00 o 12:00 de Santiago en un día de semana. De nuevo, comenzó la carrera, corrí una cuadra entera hasta que empezó la subida, la calle se vuelve cuesta arriba, por suerte la lluvia disminuyó un poco y otra vez me acorde de la chef, pucha que me embarró está guatona, la chef es algo rellenita. No pude evitar una sonrisa y continué, una cuadra, dos cuadras, tercera cuadra y ya voy llegando a mi calle, Hobson Street. Presiono el botón del semáforo y se larga a llover como si en vez de la luz verde, hubiese presionado la vejiga de la nube, retrocedo y me escondo en un techo de una puerta. Espero por la luz, de repente veo que no vienen autos, y cruzó corriendo, salpicando charcos de agua, la cartera empapada, las cervezas aferradas y se pone a llover con furia, tanta agua cae, que no puedo abrir los ojos. Pucha y yo que pensaba que cuando en las películas ponían esa súper lluvia como si hubiesen abierto una manguera era una exageración, craso error, si existe ese tipo de lluvia. Encuentro otro techo, me limpio los ojos, igual como cuando uno saca la cabeza debajo del agua, así mismo, y vuelvo a correr, 15 pasos y otro techo. Me detengo y saco las llaves – tarjeta (tarjeta para abrir puertas exteriores y activar elevadores, llaves para el departamento), entro, 50 metros más de estacionamiento y entro en el edificio, otra vez el agua me nubla la vista, entro al fin y me limpio los ojos, me paso varias veces los dedos porque tenía rímel y no quería parecer Marilyn Manson. Dos pisos más y llego a la meta. Subo por las escaleras, me topo con un musulmán en el pasillo, me mira y se ríe: “you’re so wet” (Estás super mojada), le sonrío y continúo, está vez por el pasillo exterior, pero techado, llego al 228, toc toc. Dos segundos y la puerta se abre, veo la cara del Gus que me mira extrañado, ¿Y tu paraguas?, y yo le respondo, se lo robo la chef.

Lista de Compras

Es increíble cómo cambian las prioridades, todo depende de la situación.
Acá con el Gus nos hemos tenido que adaptar a los nuevos desafíos de nuestra, por ahora, escaza economía. En NZ la mayoría de los alimentos son mucho más caros que en Chile y el perfecto ejemplo para eso son las frutas y verduras. Es tal la diferencia que acá un simple kilo de tomates sale 10 dólares, unos 3800 pesos chilenos, o las naranjas, alrededor de 1900 pesos chilenos el kilo. El peor lugar para comprar estos alimentos es el supermercado, porque al igual que en Chile es el que cobra más caro por frutas y verduras. El mejor lugar, donde están los precios más módicos, es donde los chinos, quienes tienen supermercados de barrio donde comprar víveres. Y los chinos además tienen buenas ofertas, el brócoli está a 79 centavos, como 280 pesos chilenos, ósea bien, el kilo de plátanos a 99 centavos y así. Hay otras cosas que son más baratas acá en NZ, por ejemplo el pan de molde, el mismo que allá cuesta como 1000 pesos, acá sale 99 centavos, es decir 380 pesos chilenos. La leche cuesta lo mismo, la bebida igual. Pero de todas maneras se extrañan las cositas ricas, en Chile, en la casa siempre habían cosas dulces o quesitos o cositas para picar, acá, por nuestro plan de ahorro no compramos nada extra, ufff y no saben cuánto de menos hecho tomarme una copita de vino con un queso gruyere. Más encima, cerca del departamento hay dos tiendas especializadas en vino, siempre que paso miro y pienso, pucha cuándo me podré comprar una botellita para probar, más encima que he oído buenos comentarios sobre el vino local, así que quiero degustar.
Lo otro que ha llamado mi atención sobre los alimentos neozelandeses es su calidad, cuando uno lee los ingredientes la mayoría casi no contienen preservantes ni saborizantes, y los alimentos que si los incluyen especifican claramente que tipo de aditivo utilizan; muchos llevan rotulaciones que dicen “libre de modificación genética”, también abundan los productos orgánicos.
Y así puedo continuar nombrándoles tantas diferencias, por ejemplo la basura. Acá los departamentos no tienen ese típico compartimiento para botar todo lo que venga desde cualquier piso, acá tu bajas con tu basura clasificada, es decir; separas plásticos, papel y vidrios del resto de tu basura y lo llevas al subterráneo donde está la sala de los desperdicios, ahí colocas cada cosa en su lugar, ósea, el plástico en el tacho de reciclaje de plásticos, el papel en el reciclaje de papel y la basura general donde van todos los desperdicios. El reciclaje no es algo obligatorio, de hecho con el Gus no sabíamos del reciclaje hasta que empezamos a observar, y ahora como buenos ciudadanos civilizados, estamos reciclando también, si no cuesta nada hacerlo y trae tantos beneficios para el medio ambiente.
Todos los lugares públicos son “smoking free”, es decir son áreas libres de fumadores. De hecho, acá en el depto no se puede fumar, hay detectores de humo en los dos dormitorios y en la cocina. Y si sales al pasillo te vas a encontrar con que está llena de detectores de humo, la gente sólo puede fumar en la calle, lo que para personas no fumadoras como nosotros es un tremendo alivio. También tienen una excelente campaña publicitaria para prevenir el tabaquismo en los adolescentes. Pero no todo es tan maravilloso, el otro día en las noticias nos enteramos que NZ es el país con la tasa de embarazos adolescentes más alta de los países desarrollados y por lo mismo, estaban lanzando una campaña para promover la adopción y evitar la opción del aborto.

Desde Auckland, NZ, reportó Isabel Clericus.